Sin duda para una persona nacida con fisura palatina
generalmente, la escuela no es una buena etapa de vida, mi madre querida se encargó
de que mis compañeros no me hagan bullying y a cada profe le contaba mi vida y ellos
se encargaban de comunicar a los demás y así no me fastidiaran, y ya para esa época
fastidiarme era ganarse un jalón de orejas o algo, aunque yo tampoco me dejaba.
Todos tenemos por lo general a la profe de la que nos
acordamos sólo cuando vemos el recordatorio, sí, me refiero a la profe de inicial,
la pobre tiene que ver a todos los demonios y sobre todo a mí, aunque yo era tranquilo,
en verdad no me acuerdo mucho ya que ese año me quebré la pierna y falte mis últimos
meses, sólo me acuerdo de algunas cosas como que al comienzo la pobre tenía que
liar con dos compañeros que tenían el mismo modelo y color de lonchera y a la hora
del recreo se armaba la bronca, hasta que claro, tuvieron que poner sus nombres
grandes en la parte de adelante, apuesto que hasta el más ciego lo podía leer, había
también una compañera que cantaba a lo Chapulín Colorado, mezclaba las letras de
las canciones, apuesto que ahora sonaría como buena DJ.
Mi primaria al inicio fue algo traumática, la primera
profesora era una... cómo decirlo (desquiciada) especial, si llegaba y encontraba
a uno aunque sea con la cabeza fuera del aula, pobre se la estampaba en la pizarra,
ahora si tenía suerte y esta llegaba con ánimo solamente le zarandeaba la cabeza
con jalones del pelo.
Una vez se tocó con la horma de su zapato, le estampó
la cabeza en la pizarra a uno de mis compañeros, este se quejó con su mamá y al
día siguiente... uufff llegó la madre hecha una fiera, esperando a la profesora,
que justamente llegó tarde, ni bien la vio la llamó y en cuanto la maestra se acercó,
estiró sus brazos hacia su melena y la zarandeó, como hacía con nosotros, la jalaba
y la jalaba, hasta que en una de esas la profe cayó al piso y fue lo peor, la señora
en cuestión aprovechó en limpiar la calle con la profesora, que terminó arañada
raspada y sangrando por todos lados, al día siguiente no hubo clases y al que
le siguió tampoco y así pasaron como dos semanas, hasta que nos pusieron otra profe
que sólo nos enseñó hasta que la dañada se recuperó.
Luego me tocó un profe que tenía un historial de maltratador
mal!, tenía unas manotas que cuando nos agarraba a cocachos teníamos que decir el
peso, ya que te daba de un cuarto, de medio y de a kilo, eso era si tenías suerte
y el profe estaba de ánimo, que si no te daba un tablazo en las pantorrillas, pero
fuera de eso era muy chévere.
Ya para el 5º año nos tocó un profe que para su suerte
su hijo era su alumno, pobre del compañero su viejo le gritaba una, otra... y Otra
vez, con este profe nos fuimos de viaje de promoción, y la pasamos increíble.
La secundaria fue muy diferente y muy compleja, nos tocó
profes que nos enseñaban mucho (como era de la universidad nacional, nos trataban
como universitarios), y eran varios, estaba la más cocha, que es una profe buena,
como docente y como persona, nos trataba como a universitarios... a decir verdad
así fue toda la secundaria, por el contrario la uní parecía colegio... pero bueno.
Me acuerdo mucho que en un examen de Ciencias naturales,
decidimos (con apoyo del auxiliar) evadirnos en mancha, hasta la 1° puesto nos acompañó,
años después me enteré que el profe resultó ser mi tío o algo así. Las clases que
nunca me gustaron fueron la de los números y los tres profes que nos tocó eran
geniales como amigos. Los profesores de letras eran mis favoritos, estaba el profe
del que sólo sabíamos su nombre y la que hasta ahora escribimos su risa (jiujiujiu)
cuando la escuchamos por primera vez no paramos de reírnos todo el día, pero igual
es una muy buena maestra y buena amiga. También están los practicantes unos que
me daban cólera, y otro que hasta ahora es un muy buen amigo aunque solo
estuvieron de pasada. En arte no me quejo además que era mi curso favorito, dentro
de este curso debía apuntarme a un taller, donde empecé con teatro y al último año
me metí a pintura, teatro era lo más, los zancos, maquillaje, viajes y presentaciones,
con la profe tiempo después seguimos viéndonos, salí en zancos más de una vez fuera
del cole, y también es una gran persona y amiga, no falta el profe que te bota del
aula, el que te separa del grupo, y es que con los profes de historia nos ha pasado
buenas cosas, el primero me botó de su clase y hasta ahora digo que fue injusto,
el siguiente me daba cosa, no se veía muy limpio que digamos y no sé si tendría
ladillas pero siempre tenía que rascarse los huevos de rato en rato, el último nos
pilló (por culpa de uno) la plageasa mal que armamos en el periódico mural
(todo el periódico tenía los módulos del curso)... eso fue la cereza del pastel,
no me olvidaré de sus chapas jamás.
Ya en la pre, los profes de las primeras horas no contaban
conmigo ya que siempre llegaba mojado, tiritando y a dormir, así que sólo hice amistad
con 3, uno porque era de Trujillo (y es que en Cuzco encontrarte con alguien
del norte ya es paisano), otra porque su nieto tenía un problema como el mío y la
otra porque siempre terminaba preguntando, pese a que ingresé a zootecnia, me interesaba
mucho botánica.
La Universidad era otro mundo, y del primer y mitad del
segundo ciclo ni me acuerdo porque de la depresión de haberme regresado a Chimbote,
casi ni iba a clases, pero luego dije ya que importa y así fue que comencé a escuchar
clases que ni entendía, clases ausentes que tenía que buscar en Internet, y otros
que eran lo más, me acuerdo del profe que con pena me dijo te vas al aplazado, igual
después me ayudó, también del profe que era muy buena gente y casi me jala... poco
después falleció y con él se llevó las notas de un amigo que tuvo que repetir el
curso, luego hay profes que llevaban cursos que no eran su fuerte (me parecía) pero
en otro curso si son una eminencia, también está el profe que por motivos de fuerza
mayor enseñaba más de un curso, y no falta el que sabe mucho pero no se explica
del todo bien y no me cae para nada por su personalidad, en cambio hay otros que
son unas mansas palomas y son chéveres en todo sentido.
Ahora todo es distinto los profes son colegas y son ya
como otros compañeros, se estudia de otra manera y no me quejo de ni uno.
Sin duda todos hemos tenido a un@ profe: desquiciada,
malazo, chato, largo, bigotón, gordo, el haragán, la facilona, la feíta, el rarito
(mmfff), el borracho, el amargado, el que no sabe nada, el que te saca de quicio,
el que te saca plata, el que se vuelve tu amigo, el que está de pasada, los que
quisiéramos que estén de pasada y... en fín, muchos otros!
Pero de una u otra manera de todos, absolutamente todos
aprendes algo, y a todos les deseo un Feliz Día Del Maestro.