En cuanto lo vi creí que se me vendría encima, en realidad no me habían comentado nada sobre su comportamiento pero no sé, eso se me cruzó por la cabeza, pero solo me vio y se fue al refrigerador, ¿cómo se llama? - pregunté- Felipe, déjalo luego vendrá.
Luego me acerqué hacia el, y mirándome sentí que me decía - Mi comida!!- sin duda es una adoración, mi gata cuando tenía hambre, afilaba sus garras y se acercaba amedentrándome, y si alguien estaba cocinando ella miraba atenta, esperando el mínimo descuido del cocinero para dar un zarpazo y huir con la presa en su hocico, Felipe en cambio, sabe pedir, no maúlla deseperadamente. Luego de terminar su comida, se me acercó y se trepó a mis piernas mientras yo sentado hablaba y hablaba, supongo que fue una forma de agradecer, ahora se trepa y se duerme en mis piernas, espero que la despedida en un par de horas no me duela.... me encariñé al animal y aunque aún no lo conozco tanto sé que tras de esas travesuras que hace, es un gato bueno.
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