30 años ya?, hemos pasado juntos 19 (que son los
que tengo yo) y no parece, es mas aún siento los baldazos de agua fría que me echabas desde unos 3
metros de distancia, porque te daba asco limpiarme cuando me ensuciaba de pequeño
(luego Karen pasaría por lo mismo), o los buches de los pájaros que cazaban y
que freían con Gustavo, que importa con piedras y todo (sí, no sabían que se
cortaba y se limpiaba por dentro), o las noches que llegabas con tus amigos y
me despertabas sólo para reemplazarte en la chupetas y terminaba quedándome días, sin lugar a duda eres el ejemplo a No seguir, pero no importa.
Desde pequeño has tenido una vida bien sufrida no?,
qué pesada la Auro y el Alejo para tenernos bien separados de tiempo, y ya
desde pequeño te daba lata, se iban a trabajar y tenías que cocinar... agradece
que no recuerdo esa sazón, o por algo será. Recuerdo cuando jugábamos a las
escondidas o las chapaditas con la gente del barrio, en una de esas me mordió
el perro y en vez de preocuparte te morías de risa, como cuando tu perro le
mordió el pene al vecino, o como cuando fuimos a traer agua del río para una
planta y en el camino me comenzaron a perseguir unas vacas, me tiré a la
asequia, salí embarrado de lodo y tú?... riéndote a más no poder. Cómo olvidar cuando yo
perdía en los juegos o me picaba por cualquier tontería me ponía a llorar sólo
para darme el gusto de que mi vieja te grite y ya dependiendo del dramatismo
que le metía te caía la sandalia o correazo, qué basurita que era.
¡Marcianos…, marcianos! Iba gritando hasta que un
salvaje me contestó ¡Cómetelos!, fue la época en la que nos íbamos al río a
vender marcianos, la de cosas que pasábamos, fue curioso que tú me enseñes a
nadar, cuando tú ni sabías!! Y contra la corriente!!, no sé cómo no me ahogué,
al final supongo que de algo servían tus clases.
Negro no hay la plata!!, ni tu walkman, se lo lleva ese perro!!... fue
el día que nos asaltaron, te fuiste con los primos a recuperar las cosas mientras yo me quede
a… “cuidar la caja”, todos regresaron… pero sin nada, desde ahí el recorrido
era medio tela, faltaba la música.
Te acuerdas cuando trajeron la primera bici y
cuando te compraste una?, como yo no sabía manejar no te quedaba otra que
pasearme, que importa que se me adormezca las piernas en el viaje y al bajar
diera pasos como Bambi recién nacido, o que por eso una vez se me meta el pie y
terminé doblando el aro de la llanta. Cómo olvidarme la noche aquella en la que
bajé y me faltaba un zapato, lo primero que se me cruzó por la cabeza era la paliza
que me iba a caer y fuimos a buscarlo, pasamos por todos los sitios, al final
estaba en la puerta de una cabina de internet, la chica que atendía se ganó el
pase y se comenzó a reír -¡Qué Vergüenza!- aunque tú, no te quedaste atrás.
Las navidades, los años nuevos y las fiestas de San
Fernando, son las que más añoro, porque siempre estás ahí. Tus planes, tus
sueños… y tus secretos, tantas cosas, muchas… muchas cosas hemos pasado. Qué
bueno que estabas y estás ahí, ahora… ahora te toca ser como el Alejo, ver a
tus crías, cuidar tu propia familia, me entristece un poco saber que ya nada
será como antes, pero me alegra mucho más saber que se vienen más cosas, lo
mejor de todo es que siempre estaremos juntos, los tres, nuestros padres y tu
familia, está demás escribirlo porque te lo digo cada vez que hablamos,
cuídate, te quiero mucho hermano, Feliz cumpleaños y que se vengan muchos…
muchos más. Salud!!.
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